Entre olivos

Son setenta y cinco los años que han pasado desde que el mítico poeta alicantino, de Orihuela, Miguel Hernández, se rendía frente a la vida y se negaba a seguir respirando un aire cada vez más impuro, contaminado y nocivo por esa envidia y maldad del ser humano contra el éxito propio, y un sentimiento más allá de la mera ideología política que se muestra ante los ojos del “lobo” que proclamaba Hobbes como el sicario de nostalgias relegadas al plano de la inmundicia. El cantautor valenciano, Paco Ibáñez, o el grupo andaluz, Jarcha, por los años setenta, interpretaron de manera magistral nuestro himno, “Andaluces de Jaén, aceituneros altivos”, poema compuesto durante la guerra civil por ese poeta cabrero, en el que supo perpetuar con emoción la tierra de Josefina —su mujer—, la misma que hoy, acompañada de acordes, sigue embargando al que esto escribe toda vez que vuelve a escuchar como una letanía su magnífica letra aceitunera. Pero fíjense lo que son las cosas, pues al mismo tiempo tengo noticia de que en nuestra televisión autonómica, Canal Sur, se emite una serie en consonancia aparente con la idiosincrasia más representativa de nuestra bendita Andalucía, y por ende, Jaén: “Entre olivos” (debería escribirlo junto, pues el nombre le viene de la compañía olivarera “Entreolivos” S. A., una empresa de exportación de aceite, con socios latinoamericanos) vendida como muestrario cotidiano de nuestros campos, esos aludidos —como decimos— y cantados o contados por la pluma del gran poeta que tan bien nos supo retratar la esencia de lo que jamás puede caducar en el recuerdo del campesino, del labrador, del agricultor y del olivarero jiennense. Pero “Entre olivos”, a pesar de estar grabada en gran parte en nuestra tierra, es una serie de ficción —o no tan ficción, porque menuda propaganda a la empresa nombrada— y no retrata en modo alguno la esencia del jornalero. Una Pastora Vega, exportadora de aceite de oliva, con el nombre de Doña Rafaela, primera coproducción internacional entre la televisión pública andaluza y México... Sin embargo, mi reconocimiento a los actos culturales que se están llevando a cabo en torno a la figura de Miguel Hernández desde nuestra Diputación de Jaén. ¡Y aquí me paro!