¡Estoy de vacaciones!

Hoy, 2 de julio de 2017, seguro que ya habrá algún padre o madre que diga de:” ¡Ay, qué ganicas tengo de que empiece el colegio!”. Ahora es cuando aquella madre que ha creído que los maestros no hacíamos nada durante el curso, se ha dado cuenta de que tal vez estaba equivocada, o que aquel padre que ha defendido que su niño es muy bueno, está pensando que no lo era tanto. Vienen ahora con lo de la conciliación familiar y con la dificultad que conlleva trabajar y tener al niño de vacaciones. Todo ello, mirando de reojo al maestro que descansa. Pues no, papá, mamá. Si su niño se aburre en vacaciones, no tiene donde dejarlo, o no para de hacer ruido en las calurosas siestas de julio y agosto, búsquese usted la vida lo mismo que yo me la he buscado para que se aprenda las tablas, comprenda los problemas, conjugue correctamente verbos, y muchas veces, sin su colaboración ni su apoyo. Las vacaciones son sagradas para todos; para padres y madres, para alumnos y, por supuesto, para todos aquellos que nos dedicamos a esta profesión tan desprestigiada hoy en día, pero en la que seguimos creyendo muchos, y no sólo por esas pedazo de vacaciones que tenemos y que son lo único que muchos envidian de nosotros.