Etimología y toponimia

17 ene 2017 / 11:54 H.

Descartado el significado etimológico e histórico de Jaén como cruce de caminos y el hecho de que no tenga nada que ver con el nombre de Xauen, comencemos este artículo mencionando las variantes de un mismo nombre: El nombre ibero-púnico de Jaén fue: Aurigi y en época de Diocleciano tomó el de Municipio Flavio Aurgitano, que se redujo a Aurgi, nombre con el que fue conocido durante la dominación visigoda. El topónimo que bajo el dominio musulmán tuvo fue el de la Madína Yayyán, también llamada Jayyenu-I-harir “Jaén de la seda”.

De los verdaderos vocablos primitivos que ha tenido la ciudad a lo largo de su existencia, se hayan los de: Aurya, Gijan, Gaiyán y Geen, Aurgi, Giriyen, Jahén y Jaén. En el S IV a.n.e. la población vivía en Auringi, y si nos remontamos a la población ibero-púnica, podría afirmarse que Orongis/Auringis, antigua aliada de los cartagineses, es el actual Jaén. Vemos la ascendencia ibera e incluso fenicia-púnica de Orongis y Auringis. Del topónimo Jaén se desprende aparte del estudio etimológico del nombre propio del lugar, el sustantivo o gentilicio con el que se conoce a los habitantes de ese lugar determinado, como jienense, Giennense, —jaenés/jaenesa, aurgitano o jaenero—. Según la R.A.E. no quedaríamos con la desinencia “ense” de los dos primeros por la natural extensión gentilicia y tendríamos que repudiar el vulgarismo del último al añadirse el sufijo ero a sustantivos que significan oficios, profesiones o cargos.

Para los curiosos interesados en el año en el que la ciudad pasó a llamarse Jaén, existen fuentes de información como los documentos romances y latinos del Códice Gótico siglo XIII de la catedral de Jaén, el Instituto de Estudios Giennenses, los Protocolos notariales del Archivo Histórico y la Colección diplomática del Archivo Histórico Municipal, donde tras consultar las Actas de plenos del Cabildo del Ayuntamiento de Jaén y aunque no se pueda llegar a una conclusión definitiva, cabe la remota posibilidad, tomando todas las medidas de precauciones al uso, de que el nombre de la ciudad una vez que dejó de ser la noble Çibdad de Iahén en 1403, diera lugar a que sus habitantes fueran llamados ese mismo año: vezinos de Jahén, mas posteriormente, al desprenderse del nombre de Jahén en el año 1563, pasó a llamarse Jaén el mes de julio de 1563. Curiosidades: Tanto la provincia, la cora, como la capitalidad de Jaén, nacen durante el periodo islámico con la constitución del estado de al-Ándalus. La época castellana comienza en Febrero o Marzo de 1246, al firmar Fernando III un pacto con Alhamar, rey de Jaén. Anexiona Jaén a sus reinos cristianos. El Alcázar “almohade”, del Cerro de Santa Catalina, se llamó Abrehui o Castillo Viejo. Año de la hambruna de Yayyán: 910/297. La riqueza olivarera de Jaén se debe a la civilización fenicia. Los productos elaborados en Jaén se denominan jahencianos

Abu Yusuf Hasday ben Isaac ibn Shaprut, nació en Madinat-al-Yayyán “Jaén” y fue el hombre más influyente del gran califa Abd-al-Rhamán III.

Otro personaje nacido en Yayyán fue el poeta Ahmed-ben Faraje al-Djahení, transcripción latina del topónimo de Jaén: Djahen. El año 1018, Abd-Rhaman IV, Califa de Córdoba, le da nombre de reino. En 1228, se convierte en la capital del Nuevo Reino de Jaén, por petición expresa de Fernando III.