Expoliva
y algo más

14 may 2017 / 11:02 H.

Basta con traspasar la entrada de Ifeja para darme cuenta de que somos potencia mundial, tenemos la mejor de las maravillas alimentarias conocidas, el aceite de oliva. Pero no soy de quedarme en lo superficial, nuestra potencialidad no me sorprende. Observo curioso la gran cantidad de herramientas y maquinaria sin la que nuestros olivares no serían como son. Rasco bajo lo evidente y siento desasosiego. Toda esa maquinaria, imprescindible en campos y almazaras, se fabrica, casi en exclusiva, fuera de nuestro territorio. Hasta los envases, muchos obras de arte, que encierran oro líquido vienen de extramuros provinciales. Parado en un pasillo, entre el ir y venir de gente cargada de bolsas, reparo en un dato. Si al menos un tercio de esa maquinaria, la mitad de la herramienta y por qué no, la totalidad de los envases, se fabricasen aquí, nuestro nivel de desempleo sería mínimo; el nivel de renta aumentaría exponencialmente y entonces sí, entonces Jaén sería territorio puntero planetario. Si ello ocurriese, pienso, además de aceite, seríamos felices, mucho más felices.