Extraños llamando a la puerta

28 ene 2017 / 11:31 H.

Tenemos que leer un poco más. Buscar otras voces, que nos ayuden a comprender estos tiempos. Debemos poner distancia a esos mantras ramplones y simplistas con que nos machacan a diario, desde distintos medios de comunicación, y que casi siempre nos conducen al mismo lado: la política de “seguritización”, que reclasifica como problemas de seguridad aspectos que antes no lo eran. De eso y de muchas cosas más habla Zygmunt Bauman en su último trabajo antes de su muerte, en su mirada a la crisis de los refugiados. La globalización ha conseguido que las migraciones, que siempre han existido y por lo tanto son un problema intemporal, hayan tomado unas características propias y unas dimensiones históricas: su presencia inquieta porque intuimos que los próximos podemos ser nosotros. “Todos los terroristas son inmigrantes”, dijo Orbán, primer ministro húngaro. Con esta lógica de la mentira y el miedo ninguna medida tiene que justificarse. Hay una cita del columnista Cohen, del New York Times, que dice: “Las grandes mentiras producen grandes miedos que producen a su vez grandes ansias de grandes hombres fuertes”.