Feliz Nochebuena

24 dic 2018 / 11:31 H.

La Navidad fue la excusa perfecta para brindar en amor y compañía entre quienes trabajan todo el año en un mismo proyecto en el que, como todo en la vida, hay disparidad de opiniones. O distintas varas de medir. Conectados por tierra, mar y aire por aquello de que la unión hace la fuerza, las redes sociales se convirtieron en una herramienta hábil para convocar un convite privado cargado de simbolismo. Ocurrió justo un día antes de la comida organizada en torno a la figura de José Enrique Fernández de Moya. Sin embargo, la repercusión mediática no llegó ni a la altura de una zapatilla. Tuvo “chicha” periodística el acto de reconocimiento del exsecretario de Estado, exalcalde de Jaén y expresidente provincial del Partido Popular, pero atrás no se quedó el almuerzo de los veteranos del Partido Popular capitalino.

Los prolegómenos del congreso provincial en el que resultó elegido presidente Juan Diego Requena los unió para siempre. El exalcalde Miguel Sánchez de Alcázar abandera un grupo de amigos de la “vieja” guardia que respaldaron al porcunense Miguel Moreno y que, cuando se quedaron compuestos y sin “novio”, decidieron continuar en el lado crítico. Y ahí continúan. Forman parte de uno de los apartados en los que está dividido, actualmente, el Partido Popular, una fuerza política con más tajadas que una sandía. O un melón, pero abierto. Así está la cosa. El caso es que, en cuanto tienen oportunidad, se juntan, hablan o se escriben en el patio de vecinos en el que se ha convertido Facebook. Llegó la Navidad y, antes de que el tiempo apremiara y los restaurantes se llenaran, organizaron una “quedada” en la Estación de Renfe, blanco fácil para más chascarrillos.

Entre los congregados, aparte de Miguel Sánchez de Alcázar, acudieron concejales en los tiempos en los que el Partido Popular tenía más amigos que enemigos, como Cristina Nestares, Lola Aguilar, Pepa Martos o Antonio Lucas. También el exdiputado Javier García o el parlamentario José Antonio Miranda. Sorprendió la presencia del alcalde de Jaén. Javier Márquez fue un invitado de lujo en una jornada de convivencia en la que consiguió, además de una buena mesa, el respaldo del “comité de sabios” con vistas a las próximas elecciones municipales. Lo acompañaron dos personas consideradas “fichajes” para su próxima candidatura: Alma Mesa y Antonio Guerrero. No estaba en el guion de la comida hablar de trabajo, pero quienes participaron en ella pueden dar fue de que la política centró el debate, las reflexiones y los comentarios, y queda claro que, si a alguien le pitaron los oídos aquel viernes 14, ya sabe por qué.

Los críticos entre los más críticos con el “San Clemente” de José Enrique Fernández de Moya respaldarán al “Cuqui” en su nueva carrera hacia la Alcaldía de Jaén. Están descontentos con la “escandalosa” falta de movilización electoral en la ciudad en las elecciones autonómicas. Ellos, que como apoderados e interventores movieron cielo y tierra para atrapar el voto en anteriores citas con las urnas, no entienden cómo ni siquiera recibieron una llamada para echar un capote en una jornada crucial para el presente y el futuro de su partido. Eso de ver las mesas desangeladas les llegó tanto al alma, que consideran que nada fue fruto de la casualidad. Hablan abiertamente de boicot, critican duramente la “torpeza” cometida con el acto de reconocimiento al exsecretario de Estado y consideran que algo tendrá que pasar para recomponer las piezas de un puzle claramente descompuesto. Mientras tanto, no queda otra que celebrar la Navidad. Feliz Nochebuena.