La copla de mi boca

    28 ago 2023 / 09:02 H.
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    En la final de la Copa del Mundo, el presidente de la Federación de Fútbol se lució, ya no sólo con el beso forzado en la boca de Jenni Hermoso, sino en el gesto que hizo desde el palco junto a la Reina y a la Infanta Sofía, sujetándose los genitales y aludiendo a los cojones que demostraron las jugadoras del equipo español al marcar el gol. Sólo le faltó un corte de manga y un grito contra la “Pérfida Albión”. El caso es que esto nos puede parecer más o menos gracioso, más o menos censurable y es obvio que de alguna manera esto no representa el sentir de un español medio. Pero también hay que dejar claro dos cosas: el fútbol tiene que cambiar mucho, ya no es sólo que el fútbol femenino gane posiciones de visibilidad y cota de mercado, sino que este en general deje de ser un espacio de masculinidades, frustraciones y modelos sociales amorales, cuando no directamente dañinos. Y la segunda, que el fútbol es obviamente un cóctel perfecto de política, economía y espectáculo. En este sentido, leo que Rubiales es presidente, a pesar de sus barrabasadas, porque lo tiene puesto Pedro Sánchez. No creo. Lo que sí creo es que no es una cuestión sólo de imagen, lo del fútbol es una cuestión de Estado. En última instancia si es nuestro circo, que lo sea porque los que allí actúan se juegan, aunque sea metafóricamente, la vida.

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