Fiesta de la primavera

18 mar 2017 / 11:05 H.

No hay inicio de primavera al que no acompañe una buena fiesta. Atrás queda el jersey de cuello alto, los grises días de invierno y los restos de escarcha en la sombra de olivos. Llega el final de campaña de recogida de aceituna, con el reconfortante sentimiento del deber cumplido. No ha ido mal la cosecha para el sector oleícola, que se enfrenta a la fase de comercialización presumiendo de calidad, en un entorno de reconocimiento y de precios justos. Llega la primavera, con el orgullo local a flor de piel. Fiesta de la primavera, que empieza hoy con el acto de entrega de los “Premios de la provincia de Jaén”, este año con un aplauso merecido a Manuel Medina González, del despacho de abogados “Medina Cuadros”, al “Grupo empresarial Luis Piña”, y al cantante linarense Raphael. La trayectoria de todos ellos, basada en la pasión por su trabajo, la tenacidad y el esfuerzo, supone un ejemplo para todos los jienenses. Pero hay, además, en ellos algo en común, que los hace merecedores del premio, y que en cierta medida los caracteriza. Me refiero a la determinación y el coraje de no conformarse. Tener visión más allá de su círculo de confort, y saltar los anillos y fosos que envuelven a esta tierra Atlántida. Desde Jaén para todo el mundo, rompiendo moldes, innovando en su sector y sin miedo a perder. Junto a ellos, la Universidad de Jaén, como entidad canalizadora del conocimiento aplicado al progreso económico y social de la provincia. La fiesta sigue, con la “Feria de los Pueblos de la Provincia de Jaén” donde se traslada un imagen potente y atractiva de nuestros municipios. Al son de nuestro himno, al grito hernandiano de “aceituneros altivos” brindamos y presumimos de pueblo, con el lema “el mío es mejor que el tuyo”. Exposiciones y stand, rutas turísticas, parques naturales, riqueza patrimonial e histórica, como reclamo para vendernos, a nosotros mismos, que mejor que estamos, no se puede estar. Que esto es el paraíso, paraíso interior, y que ni caso a esas estadísticas que dicen que ocupamos el primer puesto en el ranking del paro, de la emigración del talento, y de la desertización del tejido empresarial. De fiesta está mi corazón, salimos a la calle, llenamos los bares, y, aunque todo vaya mal, movemos las caderas, adelante y atrás. Y la fiesta continúa el domingo, que se celebra el “Día de la Provincia”. Ondea la bandera color verde olivo, otra ocasión para presumir, de ti, Jaén, un poquito más. Como en la verbena del pueblo o en la procesión del domingo de ramos, el ritmo nos lo marcan desde arriba, lo mismo para bailar, que para desfilar. El inconformismo se ahoga en la resaca de la fiesta, y la visión de futuro se nubla. Dejarse llevar, y no despertar de este sueño. La determinación, arrojo y valentía se limita a abrir la tienda de la esquina por parte esos autónomos, que son verdaderos héroes locales. Y así, con este son, es cuando se hace necesario alzar la voz, poner los pies en el suelo, ser conscientes de las enormes dificultades que tiene vivir donde vivimos, y reclamar, que Jaén, merece más. Así se hace llamar la plataforma impulsada por más de sesenta colectivos, con el lema “luchar por el futuro de nuestra tierra, en contra de la indiferencia y el letargo en el que nos tienen sumidos los partidos políticos y administraciones hace décadas”. Es el momento del inconformismo que levantó a nuestros padres y a los premiados de hoy. Ya está bien de padecer las confrontaciones políticas ansiosas de poder, que aparcan inversiones, construyen puentes de salida, y barreras de entrada. Sí, estamos de fiesta. Es el día de la provincia de Jaén. Y gritemos, más con cabeza que con corazón, eso de “aceituneros altivos”.