Formarse más y mejor

Escuché en la radio la noticia de un estudio en el que se indicaba que casi el 86% de los padres nunca ha recibido formación sobre cómo educar a sus hijos, ni estaría interesado en participar en cursos de este tipo. Sin embargo, para casi nueve de cada diez de los progenitores que sí se han formado, la experiencia ha sido muy o bastante positiva. Para acceder al mundo laboral, o para promocionar dentro de él, la formación es fundamental y decisiva; pero, a la hora de educar a los hijos, cada madre y padre tiran como pueden; se sobrevive entre tensiones, conflictos, mentiras o desconocimientos, y se tiende a culpar a otros. Cuando tenemos una afición ponemos empeño en disfrutarla, pero cuando se trata de formarse para educar a los hijos, todo son excusas para no implicarse. El estudio dice que hay que formarse más y mejor. No tiene las mismas consecuencias ser padres autoritarios, sobreprotectores, permisivos o democráticos; si no conocemos estos estilos educativos y no nos entrenamos en el que más favorezca a nuestra familia, todo será mucho más difícil.