Haití: Los pobres de la tierra

15 feb 2017 / 11:42 H.

Acabo de regresar de Haití, en concreto de la ciudad de Jeremie, donde más daño hizo el huracán que sufrieron los haitianos en octubre: todo arrasado, campos y techos, iglesias y escuelas. Más pobreza imposible. Allí nos hemos comprometido, Mensajeros de la Paz, de la mano del Ayuntamiento de Madrid, a rehacer 25 escuelas destrozadas. Visité algunas y sobre todo una a una hora de camino cruzando un río a lomo de mula. Allí nos esperaban doscientos niños en escuelas improvisadas bajo plásticos a la espera de ver hecha su escuela. La verdad que cada vez que visito Haití vengo molido física y moralmente pensando “qué privilegiados somos y nos quejamos porque no nos han pintado un paso de cebra” o “los desperfectos de una acera”. Algunos se preguntan dónde está Dios que calla ante la pobreza que les toca siempre a los mismos. Otros nos preguntamos dónde estamos los hombres y mujeres, dónde los gobiernos, donde la ONU que si no arreglan Siria, y los refugiados, van arreglar a Haití que son pobres? La culpa la tenemos los humanos que miramos para otro lado.