Patriotas de escaparate

29 oct 2017 / 11:08 H.

Veía los conceptos patria y estado y el símbolo bandera como sentido de arropo a la justicia social que garantiza las libertades y derechos del pueblo que está bajo el paraguas de dichos conceptos y símbolo. Tras inquirir este sentido; la patria se queda hueca creando un frustrante vacío en sus hijos, el Estado se convierte en ausente dejando millones de faltos y la bandera, como mero trapo, tapa las miserias que socialmente hay que esconder ante el propio pueblo para que el astuto sistema siga su curso carente de toda sospecha y evitar así ser cuestionado o vilipendiado por los ciudadanos. En mi relato, mi perspectiva e imaginario, vi con amplitud de miras y con plena ausencia de ceguera selectiva el enfoque de esta época en la que radico, y comprendí que las creencias en las que fui educado me condicionaron y es, desde entonces, cuando me resté de los creyentes para sumarme a los pensantes y poder así, libremente, cuestionar al sistema y sus dogmas y, cómo no, a los patriotas de escaparate que hoy tanto abundan y con los que no me identifico. A estos últimos les digo, cual verso libre, desde esta admonición: Soy ciudadano del mundo. Mi patria es el ser sintiente que toda persona alberga en su interior. Mi bandera, la persona.