Un gobierno complejo

18 jun 2018 / 09:53 H.

P uede costar entender todo lo que ha pasado en estas dos últimas semanas, pero el resultado es que han echado a Rajoy y que ha llegado un Sánchez que ha formado Gobierno. No de carácter técnico ni al uso, sino cargado de intenciones e ideología, con un perfil claro y con muchas señales de que se pueden hacer las cosas de otra manera. Y así ha sido, en menos de cinco días hemos retomado nuestra cara más solidaria con la crisis de los refugiados del Aquarius, un tema que Rajoy tenía vetado, incluso a nivel mediático, y que es de una importancia, primero humanitaria y luego ideológica. También hemos visto dimitir a un ministro, cosa casi inaudita en la política actual. Y hemos escuchado declaraciones de las ministras que tienen mucho de sensatez y buen talante. Sánchez ha pasado de ser un político gaseoso, a ser el mejor baluarte de una España actual y real. También es verdad, que a su manera, ayuda al PP ya que le permite una renovación y puesta a punto que diluye a Ciudadanos y resta importancia a Podemos. Pero esto no quita que todo vaya a funcionar, al contario, la dificultad es máxima: la derecha irá, como siempre, con todo su arsenal disparando a todo y todos. La izquierda se pasará el día reclamando más y más. Y el Congreso, en una situación tan débil como tiene el PSOE, no dejará de ser un campo de batalla más. Total, que tenemos un año largo de campaña electoral.