¡Ay, Linares!

Escribir de Linares, hablar de Linares; hoy, es un profundo quejío que sale del alma al igual que un martinete desgarrado que corre al auxilio de su hermanada taranta. Es, cual eco lejano del llanto de sus minas en el pasado que luchaban desde su presente por un futuro, hoy, destrozado. ¡Ay, Linares! 58.829 personas configuran el último censo oficial de esta ciudad que fue de auge y que está en decadencia. De las cuales 7.014, personas se encuentran actualmente en paro, según los datos oficiales del SEPE. Situando a Linares en una tasa de paro del 27,12%. Del total de su población, podemos señalar que más del 95% no cuenta con recursos propios como para que estos les permitan vivir el resto de sus vidas. En consecuencia, la dependencia del trabajo es necesaria y sitúa a este gran numero de personas como clase obrera. Las políticas estafa de empleo-eres-prejubilaciones, con una desindustrialización carente de reconversión, fueron ofertadas como panacea y tanto quienes las ofrecieron como quienes las aceptaron no tuvieron alturas de miras hacia el futuro que condenaba a los hijos que venían detrás. Rompieron el medio de vida de una ciudad. Hoy, la hemorragia de Linares no logra coagular. ¡Ay, Linares!