Conocer España

22 may 2016 / 11:01 H.

Hace miles de años, los movimientos tectónicos y los plegamientos regalaron a la humanidad un paraíso llamado península Ibérica. Y, cuando el afán viajero se hizo norma, cada año millones de ciudadanos de otras latitudes nos visitan. Unos para gozo y descanso. Otros buscan, además, ensanchar sus conocimientos y enriquecerse con lo mucho que nuestra historia atesora. Todo ello nos ha llevado a tener en el turismo la mayor fuente de ingresos y riqueza de la castigada economía española. ¿Y los españoles, hacia dónde encaminamos nuestra mirada peregrina? Los nativos deberíamos primero conocer nuestra geografía antes de salir al extranjero, sin excluir por supuesto esta posibilidad. Pero quienes hemos tenido la dicha, por motivos de trabajo, de recorrer la piel de toro ibérica sabemos muy bien lo que decimos. Por ello, el loable afán de promover el turismo de interior me parece fundamental para el conocimiento de lo mucho y rico que la Península y sus archipiélagos nos brindan. El ocio aliñado con aditamento cultural es una fórmula de progreso, además de la sencilla obviedad que supone gastar en casa y ayudar a reactivar la economía. Jaén en este campo tiene porvenir. Promoverlo es labor preferente.