I would prefer
not to

16 nov 2017 / 09:37 H.

Melville concibió a Bartebly, el empleado que respondía invariablemente que “preferiría no hacerlo” (I would prefer ...). Bartebly destrozó la tranquilidad del abogado que cometió la ingenuidad de contratarlo. Pero también inquieta a quienquiera que lo lea. Desconociendo a Nietzsche, el autor de Moby-Dick realiza un trazo genial del “nihilismo”. Erró Kant anunciando la edad adulta del hombre y también Hegel con la epifanía de la libertad. Pero las previsiones Nietzsche se cumplieron. Con “Dios ha muerto”, el prusiano anuncia la pérdida de valores y el desconcierto general. Puesto que los asideros en que se venía sustentando no valían (o quedaban seriamente en entredicho) el hombre, aterrorizado, se suelta de manos y emprende un salto en el vacío hacia el único destino vacante: la transgresión. Nada sirve ni es por tanto acreedor de respeto. La humanidad se instala así en la repulsa de toda dependencia, bien sea de Dios, de la propia naturaleza de las cosas o del hombre. Desgraciadamente, este nuevo “nihilismo” es blasfemo y suicidiario.