Impronta escolar

29 sep 2018 / 11:54 H.

El primer día de trabajo es parecido al curso anterior, algo protocolario para el profesorado: saludos, abrazos, besos, contar las experiencias viajeras durante las vacaciones. Las evasiones veraniegas han servido para recargar energías para el nuevo curso y como medida de higiene mental. Después, a las diez o las once, el director del centro ha convocado el primer claustro de profesorado en el que se tratan varios temas de inicio de curso: exámenes de recuperación, adjudicación de grupos, horarios generales del centro, plantilla del profesorado, calendario escolar... En los días siguientes, los docentes planifican el curso por trimestres, actualizan las programaciones didácticas de los ciclos o departamentos y fijan las reuniones de los órganos de coordinación didáctica. Durante los recreos algunos profesores continúan charlando sobre el veraneo: los lugares exóticos que han visitado de España, de Europa o de otras partes del mundo, también de los tostados colores de la epidermis cogidos en la playa o en la montaña, y de las lecturas de los libros seleccionados para estos casos: la última novela de Paul Auster, titulada “4,3,2,1”, el premio Planeta de este año concedido a Javier Sierra por su novela “El fuego invisible” y la finalista Cristina López Barrio por “Niebla en Tánger”. También, se habla de cine: el Goya a la mejor película por “El autor” de la directora Isabel Coixet y el Óscar a la mejor película por “La forma del agua” de Guillermo del Toro; etcétera. El alumnado (la mayoría deseosos de reencontrarse con los compañeros y otros con escasas ganas de empezar) ha iniciado las clases el día 10 de septiembre en Educación Infantil y Primaria, y el 17 en Educación Secundaria, Formación Profesional, Educación de Adultos y Enseñanzas del Régimen Especial (Música, Idiomas...). Las madres y los padres han organizado su vida para compatibilizar su trabajo diario con la educación y la tutorización de sus hijos. Los servicios complementarios (comedor y transporte escolares), las actividades complementarias y actividades extraescolares se han ofertado a las familias. Se debe reconocer que en este curso escolar hay más recursos humanos y materiales que durante los años de la crisis, pero todavía nos queda muy distante el 7% del PIB (actualmente el gasto público en educación en España es 4,1% del PIB (quinto puesto por la cola entre los países de la UE). Como decía, el macro sistema escolar ha empezado a funcionar hace unos cuantos días en nuestra comunidad autónoma y, en general, en nuestro país. Le estaba esperando el factor clave de la educación: el “proceso de enseñanza-aprendizaje en el aula”, que, dicho sea de paso, en esta época presenta un carácter contextualizado y globalizado, no limitándose exclusivamente a un espacio concreto y reducido, sino ampliándose al ciberespacio (espacio virtual), en el que la utilización del paradigma “investigación-acción” propicia la calidad del aprendizaje adquirido. Los roles siguen repartiéndose en la misma dirección: unos aprenden (el alumnado) y otros enseñan, dirigen, asesoran, orientan, median (el profesorado). Señores/as, acaba de alzarse el telón del gran teatro escolar, los actores principales han entrado en escena, aunque el verdadero protagonista sigue siendo el de siempre, pues la obra ha sido escrita sólo para él.