¿Jaén Boutique?

No lo digo yo, lo dice el mercado. Y ya saben que quienes manejan la pela no suelen equivocarse porque suelen mandar: al turismo, al sector servicios le diferencia la excelencia, ese plus añadido que marca qué es bueno y que es lo mejor. En el Casco Antiguo de Jaén echo en falta tiendas boutiques delicatessen que atraigan a los turistas y visitantes que se acercan a conocernos, con productos gastronómicos propios de nuestra tierra. Algún tímido intento empresarial he podido ver, pero no existe —eso creo— la tienda gourmet que sea referente donde encontrar las especialidades y delicias de nuestro primer y capital fruto, el olivo. Siento envidia de cómo ciudades sin ninguna cultura ni vínculo olivarero exprimen con gusto y estilo el comercio gastronómico del aceite de oliva. Pero parece que a ese elixir de la vida no sabemos sacarle el jugo que sabe darnos. Nosotros lo cultivamos y siempre hay otros que le ponen un bonito envoltorio, que además es el verdadero negocio.