Jaén
merece más

19 jun 2017 / 10:27 H.

Un optimista es un pesimista mal informado, juzguen mis queridos lectores. La prensa, aquí cada día cuenta lo que abunda, enfermedades: noticias de tribunales, patología social en estado puro; deudas de Administraciones mal administradas, carencia de infraestructuras, patología institucional; luchas políticas despiadadas, cainismo dentro de los propios partidos, que es patología política terminal; fracasos deportivos de los supuestamente grandes —segunda B— y éxitos importantes de los modestos, patología de los manejos deportivos. Para desgranar penas no hay más que leer los medios locales; lo positivo es mera propaganda, pagada de un modo u otro. Nos salvan del marasmo dos instituciones: la Diputación, que intenta y no puede suplir a las demás, y la Caja Rural, que con su mecenazgo y ubicua red es excepción en todo el país de la despoblación financiera. Panorama sombrío: una puede caer por pasteleos partidarios; la otra, ¿sobrevivirá a la concentración auspiciada por los eurócratas?