Jaén no se olvida

05 sep 2017 / 12:37 H.

Tengo la satisfacción de conocer docenas de testimonios que dicen que Jaén no se olvida. Se trata de personas que llegaron a nuestra ciudad, por diversos motivos, y que, tras permanecer un tiempo aquí, a la sombra del Castillo y de la Catedral, tuvieron que marcharse —algunos se quedaron para siempre—, y jamás rompieron ese lazo de unión con la provincia. Sobre todo, hablo de futbolistas, un campo en el que yo anduve muy metido durante muchos años. A no pocos de ellos los conocí personalmente y, a otros, les fui conociendo a través de conversaciones telefónicas. De más de uno de estos jugadores les hablaré, porque forman parte de la mejor historia del Real Jaén. Por ejemplo, de Luis Pérez Rodríguez “Sport”, que llegó al equipo en la temporada 1953-1954, en la que el club blanco estrenaba la Primera División.

Sport, defensa central, y el joven meta Díaz Ledesma, fueron los dos primeros fichajes que hizo Pepe Brand, el flamante entrenador del Real Jaén. Sport procedía del Caudal de Mieres y fue un internacional universitario. Permaneció dos temporadas en el club blanco, en el que dejó un agradable recuerdo como jugador y como persona. Yo le vi jugar, pero no fue hasta varios años después cuando le conocí personalmente. Sport tenía un bar en Oviedo, llamado precisamente Bar Sport. Lo llevaba uno de sus hermanos que, desgraciadamente, fue asesinado en la barra por un desconocido, que le clavó un fino estilete sin que nadie de los presentes se percatara de ello. Era un dolor que Luis siempre llevó en su corazón. Cada mes de agosto, solía venir desde Oviedo para asistir a los encuentros del Trofeo Carranza y, al regreso, se pasaba por Jaén, ciudad a la que nunca olvidó y en la que tenía buenos amigos como Juan Dios Real “Juande”, que fue quien me lo presentó.

Luis Sport repitió sus viajes a Cádiz y su visita a Jaén. Más de una cerveza nos tomamos en el Miami. Con el tiempo, dejó de venir. Estuvo al frente de su bar, donde yo le llamaba y recordábamos aquellos tiempos gloriosos. Años después, se jubiló y lo cerró. Desde entonces, no supe nada de aquel excelente y atlético jugador, técnico y bravo, que dio ejemplo de servicio al club. El 22 de febrero del 2011 supe que mi amigo Luis Sport había fallecido. Pero estoy seguro que estas líneas, en su memoria, despertarán el recuerdo de los viejos aficionados que permanecen fieles al Real Jaén.