Jaén se deteriora

29 ene 2016 / 10:38 H.

Una ciudad —creo que italiana— puso a disposición de jóvenes y de familias un barrio entero que languidecía, para repoblarlo y devolverle su historia. Que no muriese. No fue en balde, y aquella barriada empobrecida, atenazada por la herrumbre, lejos de caer en las garras de especuladores inmobiliarios, recobró su esplendor con la vida de sus nuevos moradores. La historia me esperanza cuando paseo por el dédalo de callejas y bellos rincones que urbanizaron las faldas de nuestro Castillo, y que orillan el Casco Antiguo. Ese Jaén de siglos se deteriora lentamente sin que parezca importarnos demasiado. La plaza de Santiago y sus alrededores nos muestran la vieja ciudad árabe, consumida por el abandono. Lo que puede ser un entorno urbanístico hermoso es hoy una amalgama de solares en ruina y viejas casonas apuntaladas por la ruina. Urge un plan que recupere y revalorice la Jaén más deprimida. Urge hacerlo. El Ayuntamiento está obligado, y debemos exigírselo antes de que ese Jaén muera.