Jóvenes constituyentes

09 may 2018 / 08:28 H.

Como nosotros en su día, deberían tener el derecho a pronunciarse sobre el modelo de sociedad en el que desearían vivir. Habría que concederles la palabra para fijar nuevas reglas de juego para convivir en un país que han heredado de sus mayores. Con la convicción de que el futuro les pertenece; sin el peso de la historia de aquellas generaciones que experimentaron por primera vez la democracia. Con estas razones se tendría que abrir el camino a una reforma profunda de la Constitución. Para hacer de la juventud de ahora el poder constituyente que barra todo lo que ha quedado obsoleto. Para construir con sus sueños un nuevo Estado, una comunidad política donde sea posible, de verdad, esa libertad e igualdad que le hemos contado. Fuimos una generación privilegiada; conseguimos hacer realidad parte de aquellos ideales que inspiraron la ya vieja transición. Ahora es su momento; es lógico que reclamen la oportunidad para ser dueños de su propio destino, como ciudadanos de otro siglo y de otra realidad. Seguramente compartiremos con ellos lo esencial; también la sensación al final de maletas que se pierden a lo largo del camino. Pero la Constitución siempre ha de representar siempre la esperanza de quienes han de defenderla.