Juan Eslava
y Arjona

27 nov 2017 / 09:49 H.

En una anterior columna envidiaba la promoción cultural y turística que lleva a cabo el Ayuntamiento de Arjona de su rico patrimonio, y a ese vasto acerbo ha venido a sumarse en el siglo XX una figura importante: Juan Eslava Galán, arjonero de pro. Lo conocí hace muchos años, venía de Fuerte del Rey y en el Colegio Marista, donde fue flor de un día, ya destacaba su chispa e ingenio. Ser profeta en tierra propia es difícil y arriesgado, pues muchos terminan apedreados; con Eslava no ha sido así: él se vuelca con su pueblo cuyas calles, plazas, personajes, casas y cosas desfilan a menudo en muchas de sus numerosas obras. Además, cuida a su pueblo con aportaciones “de peso” como el betilo, tornado en piedra de los deseos, o el coqueto museo. Como amor con amor se paga, la Corporación, aparte de tenerlo entre sus predilectos, con buen tino en su política de promoción ha elaborado una ruta turístico-literaria por sus rincones de leyenda e historia citados en sus libros; una delicia; estoy deseando hacerla, con él sería inolvidable; le haría una pregunta, ¿qué piensa el paisano de una construcción cofradiera cerca de San Juan, de puro estilo colonial sevillano, en un municipio romano —Urgabo— después de realengo, que nunca fue de nadie?