La bofetada de lo que no fue

12 ene 2018 / 08:46 H.

Hace unos días volví a pasear por las calles del casco antiguo de Jaén. El recorrido me llevó a toparme con proyectos de los que tuve la oportunidad de informar en mis primeros años de profesión periodística y que, por degracia, no fueron más allá de ruedas de prensa, titulares incluso a cinco columnas o reportajes. Como común denominador, que ninguno de ellos llegó a materializarse, como tantos otros en distintas partes de la ciudad. En el paseo me encontré con las Antiguas Carnicerías, en Los Caños, en las que la vegetación vuelve a ser la dueña y señora del interior del edificio. La recuperación de los Baños del Naranjo o ser Centro de Interpretación de la Judería son tan solo el recuerdo de un bonito sueño. Apenas a unos metros, el solar de San Andrés. ¡Qué decir que no se haya dicho ya! Cerca, el solar del antiguo Palacio de los Uribe, cedido en su momento por el Ayuntamiento para construir un instituto y convertido actualmente no se sabe qué y utilizado como cocherón. Y la recuperación de los restos de la iglesia de San Miguel, y la conocida como Casa de la Virgen, y el carmen de la Calle Elvín... El paseo por el casco antiguo nos devuelve, a modo de bofetada, lo que pudo ser y no fue. Aquello de lo que no fuimos capaces.