La clave 1-0

04 sep 2017 / 16:20 H.

C ada día nos lo ponen más difícil a los mayores, los que nos quedamos pegados a nuestras viejas costumbres, mucho más cómodas que todo este galimatías que hoy invade a la sociedad en la que todo son anglicismos, siglas, claves, medias palabras en lugar de, como antes se hacía, llamar al pan pan y al vino vino. Los catalanes me han liado con esa clave de 1-0, de la que todo el mundo habla. Yo creía que podrían referirse al 1-0 encajado por el Real Jaén en su primer encuentro o el 1-0 con el que ganó el segundo. No, claro, el Real Jaén no puede suscitar tanto interés nacional. Ya me enteré que el 1-0 que está de moda es la fecha (1 de octubre) en que algunos catalanes no todos están dispuestos a intentar celebrar el referéndum independentista. Bueno, pues ya lo sé y, por tanto, entiendo que puede ser conveniente prestarle alguna atención a este suceso que promete ser histórico.

La fecha clave se acerca y la ciudadanía nacional está expectante, a la espera de la solución que el Gobierno de la nación va a tomar para impedir una actitud que tiene todos los ingredientes de un golpe de estado. Mientras, los separatistas catalanes siguen intentando vender su mercancía que no es otra que instaurar en Cataluña una república. ¡Menuda ganga! ¿Es que por estos pagos nacionales nadie recuerda que las dos repúblicas que hubo en España fueron dos desastres? El diputado de ERC Joan Tardá parece que está interesado en no recordarlo y hay que ver los argumentos que utiliza para convencer. Un hombre que recurre al insulto y las amenazas, que gritó en 2008 “muerte al Borbón”, actitudes muy lejos de un demócrata y sí de un republicano al estilo de Largo Caballero, que siempre amenazaba con la fuerza, con la revolución. La primera república así lo escribió Pérez Galdós, escritor y diputado republicano terminó siendo una cueva de corruptos, y en la segunda nadie se ponía de acuerdo, como demuestra que en cinco años hubiera tres gobiernos. Esta es la promesa que los separatistas ofrecen a los catalanes. Joan Tardá se lo recordaba a Rajoy en el Parlamento: “Adiós corrupción, bienvenida república”. Lo que no dijo es si, de conseguirse, formarían en ese gobierno político honorables de la talla de Pujol. Lo lamentable es que los gobernantes catalanes se están gastando en esta barrabasada el dinero de los catalanes más necesitados.