La Federación de Sánchez

10 sep 2017 / 11:23 H.

La estrategia de Pedro Sánchez y su “nuevo” PSOE ante el órdago catalanista es doble, por un lado dejar que sea Rajoy y su constante no hacer nada el que se pegue el batacazo, porque pase lo que pase la solución que puede dar el Gobierno es pequeña, cortoplacista y permite el mesianismo catalán. Y la segunda es proponer un café nacionalista para todos que termine con las aspiraciones separatistas por ahogamiento discursivo. Yo estoy muy de acuerdo que hay que cambiar algunos puntos de la Constitución, porque tarde o temprano tenemos que dar pasos hacia un tipo de forma política no monárquica; pero la idea de que el federalismo es una forma de autogobierno más autónoma que el actual sistema de autonomías es un gran error; por ello creo que una de dos, o las dos, que Sánchez maneja información privilegiada sobre Cataluña o que no se entera de qué ocurre allí. Porque lo que sustenta el nacionalismo catalán es un sentimiento de pertenencia e identidad, un sentimiento hecho en la idea de que Madrid y el resto de España les roban y les ningunean, y eso es una cuestión que tiene que arreglar la educación, no repartiendo ese sentimiento por todo el Estado Nacional. Se imaginan la cantidad de improperios hechos con retazos de nacionalismos historicistas se nos vienen encima: desde la Policía Nacional uniformada con traje chaqueta, estilo FBI, al engorde administrativo casi por cuatro.