La ITV
que viene

23 mar 2019 / 11:28 H.

S e agarran a este concepto rancio y vacuo como a un hierro ardiendo. A falta de ideas, más España. ¿Pero qué hay detrás de esto? Pues por muchas vueltas que le doy, no encuentro nada o, mejor dicho, nada nuevo bajo el sol. La derechona ya se ha quitado la careta y le sobra hasta la Constitución, por muy constitucionalistas que se pongan. Hay un refrán campero que dice que “donde no hay mata, no hay patata” y en esas estamos. Esta hartura de patriotismo simplón está enmascarando el debate real, el del inmovilismo. Seré un carcamal o un pureta, según se mire, pero no encuentro alternativas para mejorar el patio en sus discursos políticos, solo el veneno de la confrontación y el rencor. Un servidor de lo público, que es lo que entiendo por político, debería tener como premisa la capacidad de dialogar y llegar a acuerdos fundamentales con sus rivales en un debate limpio de ideas, que para eso los pone el pueblo, y no para pegar voces e insultarse sin mesura. Esta política de regional preferente tiene esas limitaciones y su única alternativa es una nueva ITV, la del españolismo, a renovar anualmente el miércoles de ceniza en los talleres del tranvía.