La lección francesa

Las similitudes entre Francia y España son enormes y la proximidad una vía de hermanamiento y amistad. Quizá, geográficamente hablando, dos de los países más bellos del mundo. También existen tópicos para todos los gustos: “Mi enemigo, mi vecino”. En la primera vuelta de las elecciones francesas, los votantes han castigado a los dos partidos tradicionales por graves casos de continuada corrupción. Como en España, los últimos 40 años se han caracterizado por este bipartidismo copando todas las instituciones. Allí con una extrema derecha racista, sectaria, proteccionista y antieuropea y una minúscula extrema izquierda. El domingo pasado un aldabonazo: por primera vez, los anti-sistema han superado el 42 % de los votos y los partidarios del proteccionismo antieuropeo han “colado” para la segunda vuelta a Marine Le Pen. Un liberal-social procedente del socialismo (más liberal que social), Emmanuel Macron, ha superado con su movimiento “ciudadano” el bipartidismo. No era fácil “echar” de los sillones a los políticos tradicionales y se ha logrado. El próximo domingo esperemos conseguirán un nuevo fracaso los extremistas. Aquí hay que aprender la lección: Refundación.