La lista de invitados

03 jul 2017 / 17:00 H.

Cuando observo a los invitados que asisten a los diferentes eventos culturales, de empresa o de sociedad que se organizan en Jaén, compruebo cómo una y otra vez se repiten los mismos rostros de personas y personalidades, como si del día de la marmota se tratara.

La imagen representativa, que desde la infinidad de cargos públicos, líderes de colectivos y diferentes personalidades, se proyecta de la marca Jaén, no genera excesiva confianza entre los ciudadanos. Y es precisamente la falta de la misma la que nos está impidiendo progresar como pueblo, innovar como provincia y, en definitiva, buscar mejores soluciones para nuestra supervivencia.

La confianza como concepto social constituye un activo fundamental sobre el que construir la convivencia y el desarrollo sostenible de los pueblos y, con respecto a su parte institucional, debe posibilitar un entorno que favorezca la colaboración y que sea contundente a la hora de penalizar el mal comportamiento.

A falta de confianza, el jaenero trata de adaptarse al mercado más disruptivo y más cambiante que jamás haya existido, configurando desde el punto de vista social un particular ecosistema en el que se están convirtiendo en actores principales: influencers, emprendedores y determinadas propuestas que, desde el punto de vista social, artístico o intelectual, aportan un nuevo valor al Jaén de siempre. Y resulta que estos en raras ocasiones aparecen como invitados en esos eventos a los que hago referencia.

En este escenario, podría ser cuestionable la idoneidad o no de seguir contando con los invitados de siempre, si realmente no generan la confianza necesaria. Y que conste que no hablo de responsabilidad del que invita (que en ocasiones pareciera justificar a través de un protocolo propio de la época de Atapuerca su falta de innovación y de adaptación a los tiempos); sí que hablo de la auténtica cuestión de fondo, que radica en entender el cambio que se está produciendo en las relaciones de confianza de nuestra sociedad. Un giro, que está haciendo que como ciudadanos otorguemos más confianza a “alguien como nosotros”. Un cambio de paradigma que resta protagonismo al influyente para dárselo al influenciador, nos demuestra que la pirámide de la influencia hoy se ha invertido. En la cúspide ya no están esos invitados de siempre, está la gente en general, personas como nosotros que saben que sin confianza no hay crédito, sin confianza no hay inversión ni tampoco compromiso. Personas de nuestra provincia, artistas que se suben al andamio de la credibilidad, escritoras que llenan de sueños España, cocineros de valores, deportistas, comunicadores, voluntarios, marketeros y empresarios con nombre propio, que están generando valor. Jiennenses a los que se les debe considerar. A nivel social, este nuevo tipo de perfiles influenciadores no necesariamente son influyentes. En la práctica no son sinónimos. La confianza puede y debe ser construida entre todos, ya que la misma es relacional y se va conformando a medida que se dan las interacciones entre las personas.

Es por ello de vital importancia ir otorgando el protagonismo compartido de la representación de nuestra marca a nuevos agentes, que ayuden a generar confianza en los ciudadanos, que en definitiva somos los que siempre tendremos la necesidad de organizar nuestra vida social alrededor de las relaciones de poder y de disfrutar de un entorno de confianza en el que poder desarrollarnos, crecer y vivir en paz.