La magia de la Comunión

Mayo toca a su fin y con ello el tiempo de comuniones. Un tiempo lleno de belleza y de ilusión para los pequeños y para sus familias. Este año he tenido la suerte de vivir la de mi nieta Pilar junto con toda mi familia y debo decirles que he disfrutado muchísimo de un acto sacramental que comenzó en 1215 y que en el siglo XX tomó un gran protagonismo en la vida católica. No debemos olvidar tampoco que en otras culturas y religiones se celebran ritos de paso parecidos entre los preadolescentes. Hoy en día la familia echa la carne en el asador, y es que tras la ceremonia religiosa la celebración ya no es como en mis tiempos, diría si me permiten que en muchas ocasiones parecen bodas por la importancia del banquete y los regalos. Recuerdo que yo la hice con don Manuel Moya, estando en el colegio los Ángeles. Recuerdo que llevaba un traje blanco muy bien planchadito y que el proceso de preparación con los compañeros fue entrañable. A las niñas les regalaban muñecas y a los niños bicicletas, muy lejos de la era digital que ahora vivimos. Vaya pues mi felicitación a todos los niños y niñas y a su familia.