La nada en el Gobierno

Esta es la segunda entrega que hacemos Julio y un servidor sobre el precio del sillón de la Moncloa, sólo con la covid repetimos tema, y eso es porque lo que está ocurriendo nos parece de una gran trascendencia. Sánchez, ya bajo el encargo del Rey para que forme gobierno, plantea que, bajo determinados acuerdos, especialmente con los nacionalistas catalanes, tiene el derecho y la voluntad de gobernar. Nada que objetar. El problema es que los acuerdos son éticamente dudosos, es decir, plantean que un mal mayor es sólo un fin para llegar a la presidencia, en última instancia es una lógica perversa: lo que se entrega en la negociación a unos pocos no está en la misma medida, ni en calidad, ni cantidad, de que lo que recibe la mayoría. Y quiero dejar claro que el problema no es la amnistía, que los anteriores presidentes, algunos de la derecha más tradicional, se dedicaron a dar sin mayores explicaciones. Entonces ¿cuál es el problema? Que tras está amnistía se esconden otros elementos que no tenemos tan claros, seguramente tienen que ver con un referéndum. ¿Pero, lo hace Sánchez por pura ambición? Seguro que sí, pero que la CEOE y los sindicatos, la gran banca y el IBEX 35 no digan nada nos hace sospechar que hay muchas capas sin explicar. En conclusión, que la democracia es el gobierno del pueblo, queda claro que no. Esto es otra cosa: el gobierno del nihilismo.