La pipa de la paz

17 jul 2017 / 11:41 H.

En estos días tórridos, de fuego en cuerpo y en mente, la prensa local nos ha traído algunos titulares muy significativos sobre la realidad de la ciudad de Jaén. Más allá de la enajenación de la que somos víctimas con estas elevadas temperaturas, las cabezas de algunos han carburado para tomar decisiones sensatas. Y tiene mérito, como les digo, en estos días y por estos lares, donde el solano no facilita la tan necesaria lucidez. Las cuatro administraciones que nos rigen, Ayuntamiento de Jaén, Diputación Provincial, Junta de Andalucía y Gobierno central, a través de la Subdelegación del Gobierno, parecen haber fumado la pipa de la paz. La semana pasada, tras una reunión a cuatro bandas de poco más de una hora, los responsables de cada institución anunciaban sonrientes a los medios de comunicación el acuerdo para que el Museo Ibero, que lleva varias décadas de retraso, pueda abrir sus puertas antes de que concluya el presente año. Para ello, el Consistorio renunciará a la cesión de los terrenos, que volverán a ser propiedad del Estado para que éste los cede a la administración autonómica, que ha sido quien ha construido el museo, y que sea la Junta la que apruebe su decreto de creación y los puestos de trabajos, que según he leído son 36, que no está nada mal. Por su parte, el Ayuntamiento podrá hacer uso de las instalaciones. Esta noticia y la posterior foto tras la reunión a cuatro bandas es una muestra más que palpable de que cuando se quiere, se puede. Pero, ay, cuando no se quiere, cuando no se quiere todo son excusas y pretextos.

Mientras leía la noticia no podía evitar que se me viniera a la cabeza el movimiento “Jaén merece más”. Creo que es muy sintomático y puede que esté más que relacionado. Quiero pensar que la gran manifestación del pasado mes de junio ha propiciado que nuestros políticos, nuestras administraciones, tomen conciencia de que la población, los ciudadanos de a pie estamos muy cansados de sus rencillas, de sus trampas, de sus escaramuzas. De que un nuevo desencuentro los iba a poner en el disparadero y que, por tanto, era imprescindible llegar a un acuerdo. Para Jaén, el Museo Ibero puede ser el reclamo turístico más importante en muchos años. Es algo fundamental para conseguir atraer a turistas y avivar la cultura en la ciudad, generar movimiento económico y los numerosos puestos de trabajo que lleva aparejado un destino turístico fuerte. Para Jaén también serían necesarias lucidez y acuerdos para solucionar la situación con el tranvía, con unas infraestructuras y una inversión millonaria tiradas a la basura. Los contribuyentes nos sentimos engañados, ninguneados, maltratados por los que toman decisiones.

Me gustaría pensar que el movimiento ciudadano generado por “Jaén merece más” les llevará a dar soluciones eficaces y reales a algunos de los más sangrantes problemas que azotan a los jiennenses: la falta de trabajo, el empleo precario, la nula ayuda a los emprendedores o la sangría continua y constante a los empresarios. Me gustaría que esa lucidez les llevara a ponerse de acuerdo para hacer realidad viejos proyectos como la Ciudad Sanitaria, la Ciudad de la Justicia, el arreglo y acondicionamiento de nuestro maltratado casco antiguo, las infraestructuras en nuestra provincia y con el resto de Andalucía y del país...

Al igual que se ponen de acuerdo para subir los sueldos de los diputados (independientemente de su signo político, que ahí ya da igual) o para las contrataciones a dedo de personal de confianza (en estas negociaciones siempre consiguen llegar a un consenso, fíjate qué cosas) me gustaría ver esa unión de caminos y ver cómo se rema en la misma dirección para otros asuntos como solventar sinrazones como el hípico o el “parque acuático”. Acuerdos para facilitar que empresas y multinacionales se instalen en Jaén, apoyo en materia educativa y sanitaria, cultural y deportiva.

En estos días ya se han fumado una pipa de la paz. Entre el humo del consenso salieron sonrientes. Les gustó. Espero que repitan, que sigan fumando juntos de la misma fuente y para el beneficio de todos los ciudadanos, sus votantes, los que vivimos en el hartazgo y el letargo de años en una tierra que se siente olvidada.