La riqueza
de hacer
el bien

05 oct 2017 / 10:08 H.

Viernes a las diez de la noche. Al regresar a casa dando un paseo, me llamó la atención que, en pleno centro de Jaén, dormía profundamente un hombre en uno de los bancos metálicos de la acera. Me sorprendió que en el suelo tuviera colocados los zapatos en perfecto estado de revista, en espera de volver a ser utilizados en la aventura diaria de sobrevivir. Recordé entonces las palabras de Gandhi, ponerse los zapatos de otra persona para entender su realidad y sus circunstancias. En nuestra tierra son muchos los que ya lo hacen, acudiendo allí donde hay una necesidad para prestar su ayuda. Hemos demostrado con multitud de gestos que somos una provincia profundamente solidaria. Reaccionamos ante el sufrimiento y las carencias y nos movilizamos para ello, a través de asociaciones y colectivos comprometidos con los problemas que más nos preocupan. Somos sensibles a las adversidades, dentro y fuera de nuestra provincia, aquellas que en la mayoría de los casos resultan invisibles para nuestros políticos. Podremos ser una de las provincias con el PIB y el sueldo medio más bajo, con la mayor tasa de paro y estar fuera del mapa de inversiones estatales y autonómicas, pero en lo referente a solidaridad no hay quién nos gane. Siguiendo al escritor inglés Thomas Browne, quien tiene lo suficiente para hacer el bien a otros es rico.