¿La verdad duele?

20 mar 2017 / 11:35 H.

Hay situaciones en la vida en las que nos encontramos entre dos aguas, no sabemos a quién o qué creer. Nos invade un sentimiento de engaño o decepción ante determinadas situaciones simplemente porque no se ha hecho uso de la verdad. Nos encanta decir que abanderamos la sinceridad, que vamos de frente, sin prejuicios ni malas intenciones, pero lo cierto, es que estos valores escasean. Cuando nos sentimos engañados, nos dejamos arrastrar hacia un estado de apatía e indiferencia ante determinadas situaciones, personas o actos. ¿Quién piensa que sería más importante decir la verdad?, ¿funcionarían mejor las cosas?, ¿sería todo más fácil?, ¿nos sentiríamos mejor con nosotros mismos?, ¿y con los demás? La respuesta quizá dependa de la situación, de la persona, del hecho.... Pero lo que sí está claro es que si la verdad duele, prefiero elegir yo el dolor, quizás ese dolor no sea como piensa la persona que miente. En definitiva, nos ahorraríamos más de una decepción si actuasemos con la sinceridad necesaria en cada ocasión, con cada persona y en cada acción y así nuestra vida sería más sencilla, más feliz y sobre todo, más verdadera.