La vida como el fútbol

La vida es así, como la vemos día a día. Ni justa ni injusta. Como en su día dijo Boskov sobre el fútbol; “fútbol es fútbol”. Pero lo cierto es que duelen más las injusticias que sufren los humanos que las derivadas de que el balón entre o no entre los tres palos. Que Felipe González, Aznar o Zapatero cobren una pensión vitalicia de 75.000 euros, mientras que personas que han cotizado 40 años, no lleguen a los 500 euros, no es una injusticia, es como mínimo una putada muy gorda. Más, teniendo en cuenta que algunos diputados de esos que ni hablan, ni atienden, ni participan en los debates, que leen el periódico, o juegan a explotar bolas mientras otros hacen como que se interesan por los problemas de los demás, por el mero hecho de estar allí sentados quince años, ya tienen derecho a cobrar un 100% de una pensión bastante buena. Que una viuda cobre 480 euros mensuales es totalmente inadmisible, vergonzoso, indignante. Y que nadie haga nada por modificar esto lo es aún más. Tal vez sea por ello por lo que este año, al ver en el anuncio de la lotería de navidad a esa señora jubilada alegrarse al creer que le ha tocado el Gordo, he visto en ella reflejada a miles de jubilados que cobran pensiones de mierda después de pasarse los mejores años de sus vidas trabajando como mulos. La vida para muchos no es justa. Como el fútbol.