La vida es un Carnaval

11 feb 2018 / 11:03 H.

Ya lo decía Celia Cruz en una de sus canciones; la vida es un Carnaval, y no le faltaba razón. El Carnaval es la fiesta de la exageración, del fanatismo, de la crítica, de la música, de la alegría, del anonimato, de la vida y de la muerte escenificada en el entierro de la sardina que termina con la fiesta para comenzar con la Cuaresma, época antagónica a la que estamos celebrando estos días. A todos, alguna vez en la vida, nos gusta observar sin ser observados, criticar lo que nos plazca y habitualmente nos callamos, y hacer lo prohibido y, para lo cual, parece que sólo en el Carnaval hay licencia. Y después de todo, el disfraz lo llevamos puesto en más de una ocasión durante el año, porque en Feria, Semana Santa, Romerías, y otros actos festivos, nos disfrazamos, si es que podemos llamar disfraz a la vestimenta no habitual para la vida diaria. Y después de la tempestad del Carnaval, llegará la calma de la Cuaresma, y luego la tempestad de la Semana Santa, para continuar con una calma que irá alternándose con la tempestad como olas que van y vienen en un continuo movimiento que no es otra cosa más que la vida. Con sus alegrías y sus penas...como el Carnaval.