Las Eras del Alcázar

03 jul 2016 / 11:35 H.

El pasado sábado, 18 de junio, tuve la suerte de hacer la última visita primaveral que el Museo Arqueológico de Úbeda regaló a los amantes de la historia y cultura autóctonas para conocer nuestro extenso y, muchas veces, desconocido patrimonio. Partimos desde la Casa Mudéjar, tras las previas y doctas explicaciones de Nani Gómez del Toro (arqueóloga y guía) sobre el extenso yacimiento arqueológico, de unos 62.000 metros cuadrados, que íbamos a visitar: Las Eras del Alcázar; sabiendo que ha estado habitado continuadamente durante seis milenios, desde la antigüedad, y que está situado bajo el barrio del Alcázar. Hicimos una segunda parada a la vera de la comisaría de Policía, para enterarnos de los avatares del Alcázar, que tras su destrucción sirvió para la construcción de otros monumentos importantes de la localidad; y luego nos adentramos por el entramado de calles que nos condujeron al lugar de destino. Allí, tras la sorpresa de su emplazamiento y su original empalizada, quedamos enterados de la dormida y larga historia que atesora, tan cercana a la archiconocida y visitada Plaza de Vázquez de Molina, de tan genuina factura renacentista. Todos los visitantes quedamos sorprendidos de que nuestros antepasados prehistóricos ya supieran escoger las bondades y estrategias de este espolón de tierra, junto al valle del Guadalquivir, para habitarlo y disfrutarlo; a la vez que ir progresando en la historia, superponiéndose distintas civilizaciones (neolítica, argárica, romana, árabe, renacentista) en su perfil estratigráfico para que sabios arqueólogos y científicos sociales actuales supieran mostrárnoslo a finales del pasado siglo y principios de este. Todo ello salió a la luz gracias a que, en 1996, se produjeron unas “providenciales” lluvias torrenciales que descarnaron parte de la muralla, en la Redonda de miradores, y se descubriese su perfil estratigráfico, cual libro de consulta transmitido por nuestros antepasados; siendo el mayor yacimiento arqueológico de Europa occidental, y el más grande de la provincia. Ya solamente falta dinero y voluntad política para constituir un Centro de Interpretación que ponga en valor este yacimiento arqueológico, consolidándose así uno de los espacios más importantes de la Úbeda del futuro, siendo custodiado por nuestro Ayuntamiento. De esta manera el renacimiento ubetense podrá dar la mano al resto de avatares históricos, desde la fundación de la primera ciudad hasta nuestros días, complementando la visita turística tradicional con la visión prehistórica y arqueológica de nuestra joya monumental, patrimonio de la humanidad desde 2003.