Las protegidas lloran

    06 ago 2021 / 16:03 H.
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    Los vecinos del Almendral no paran de maquinar ideas para darle un valor añadido a su barrio y hacerlo más atractivo. Lo último ha sido reconvertirlo en un museo al aire libre mediante la confección de una serie de murales. No existen fachadas blancas, sino lienzos para futuras obras de arte. Preciosos murales nos dan la bienvenida, acompañándonos a lo largo de todo el paseo. Este desconocido barrio para muchos, se ha hecho visible en muy poco tiempo gracias al ímprobo trabajo de sus vecinos. Algo que pudiese parecer baladí, puedo asegurarles que atraerá con toda seguridad a futuros vecinos que querrán estar es este idílico entorno, aumentando el valor de las viviendas y lo que es más importante, llenándolo de vida.

    Para continuar el paseo me dirijo al céntrico barrio de “La Victoria”, también llamado de San Eufrasio o de las Protegidas. Recibe el nombre por las “Viviendas Protegidas”, que son cuatro de los bloques que lo conforman y que albergan 500 viviendas, construidos en los años 50 para el uso de los empleados de Diputación, Ayuntamiento y Ministerio de la Vivienda.

    Si levantamos la vista, apreciamos el estado de deterioro que presentan estos bloques (ventanas sin cristales tabicadas con maderas, cerramientos destrozados, etcétera). El interior de las viviendas es aún más lamentable, ya que tienen humedad tanto los pisos superiores, como los inferiores. Los superiores por ser el suelo de la cubierta de cañizo y escayola, y los inferiores por humedades provocadas por efecto de capilaridad, que alcanzan incluso a las segundas plantas.

    Tirando de hemeroteca encuentro el motivo de esas ruinas que tenemos en el mismísimo centro de Jaén. Oído al dato.

    Sobre el año 2.000, los vecinos de las mencionadas viviendas se reúnen con el propósito de tratar la recalificación urbanística del terreno, para poder proceder a la demolición y reedificación de los inmuebles, aumentando la edificabilidad para rentabilizar la promoción. Esto confería unas posibilidades urbanísticas hasta entonces impensables (propuesta de peatonalización integral del barrio, uso del subsuelo para aparcamientos y tránsito de vehículos). La iniciativa tuvo una gran acogida por los munícipes, que en aquellos tiempos eran del PP. En el año 2.002, la asociación “Amigo de los Íberos” intervino ante Cultura para instar a la catalogación por su valor histórico-artístico, paralizando la Junta de Andalucía el intento de recalificación (era un gran tanto que se apuntaban los contrarios). En el año 2004, la Conserjería de Cultura de la Junta resuelve el expediente de catalogación de las denominadas “viviendas protegidas” para su inclusión en el catálogo genérico del Patrimonio Histórico Andaluz, por responder a la existencia efectiva de un interés artístico e histórico. La catalogación se efectúa so pretexto de su pertenencia al Movimiento Modernista Arquitectónico. Lo mejor de todo es que justo un año antes, en 2.003, parte de una de las manzanas posteriormente catalogadas propiedad de Diputación, fue demolida. Años más tarde, también fue derribado el edificio de Peritos, que era el que realmente presentaba una arquitectura modernista, reformándose además la Escuela de Magisterio. En estos casos ninguna asociación de amigos de nadie ni ninguna administración abrió mínimamente el pico.

    Actualmente, al tener este tipo de protección, que es la más radical y lesiva, los propietarios solo tienen autorización para mantenerlas sin la más mínima modificación (ni tan siquiera poder poner ascensores), por lo que se han ido degradando progresivamente, quedando cerradas o alquiladas por sus ancianos propietarios, al estar inhabitables.

    Con estas líneas, al igual que con el pasado artículo “Tranvías y otros fiascos”, pretendo recordar periódicamente las zancadillas que se han ido poniendo históricamente los dos partidos que nos han gobernado, siendo los jaeneros los únicos perjudicados por estos actos de irresponsabilidad. Este desastre que tenemos está claro que no es flor de un día.

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