Llega la recolección

04 dic 2018 / 11:52 H.

Con los brazos abiertos recibimos esta nueva campaña de recolección de aceituna. Hombres y mujeres de toda la provincia, junto a otros trabajadores venidos de fuera, se afanan en el duro trabajo de la recolección de la aceituna. Este mar de olivos que ha sido cuidado con mimo durante todo el año para llegar a este momento de la recogida ha necesitado de una correcta planificación, técnicas de laboreo y medios utilizados adecuados para conseguir un estado de madurez óptimo del fruto. El clima del año también influirá en la cosecha de aceituna y dependerá en gran medida la calidad del producto final. Dicen que en noviembre termina la lipogénesis, el proceso de formación de aceite en la aceituna. Como cada año, el momento más importante del olivar es cuando recogemos sus frutos. Los aceituneros y aceituneras, subidos en los coches todoterreno y tractores y cargados hasta los dientes de varas, garrotes, vibradoras, barredoras, espuertas, mantillas, faldones, se lanzan al amanecer para recoger el preciado fruto. Con los brazos abiertos, la provincia entera reacciona a la sacudida de la recolección de la aceituna. Tanto en zona de campiña como en las laderas de nuestras sierras podemos observar la actividad frenética de los aceituneros y aceituneras. Haga viento, frío, calor, barro, nieve o llueva, los aceituneros irán apurando las diferentes fincas, sus rostros se irán curtiendo con los fragores de la campaña. Como decía Miguel Hernández y cantaba Jarcha “siglos de aceituna” haciendo esto año tras año. ¡Ojalá sea este sea el mejor!