Lo nunca visto

19 jun 2017 / 10:21 H.

Esta no será una semana cualquiera. Lo nunca visto llegará a Torredonjimeno. Treinta y ocho años después de aquellas primeras elecciones municipales democráticas, será la primera vez en la historia que el Partido Socialista accede al bastón de mando. Era la espinita clavada de la principal fuerza política de la provincia. Su última conquista, después de Arroyo del Ojanco, está a tan solo veinte kilómetros de la capital. Podrá dormir tranquilo más de uno, y de dos, a partir del sábado. Habrá alcalde de la rosa y el puño y, aunque no sea mediante elección directa del pueblo, marcará un antes y un después en un municipio con arraigada tendencia a la izquierda.

Manuel Anguita es el tosiriano que tendrá el honor de protagonizar tan trascendental hito. Comparte apellido con otro alcalde que, ya fallecido, tuvo méritos propios para ser siempre recordado. La friolera de veinticuatro años estuvo Miguel Anguita, de Izquierda Unida, en el poder municipal hasta que un inesperado giro político, nacido más de la fantasía que de la vocación de servicio público, causó la revolución. El andalucista Javier Checa llegó al sillón municipal con cuestionadas artes que hicieron escribir ríos de tinta. Tan cuestionadas que hasta sus propios compañeros, antes de que la sangre llegara al río, le apañaron una moción de censura para conseguir apartarlo al bando de los concejales no adscritos. María Teresa Martínez cogió las riendas del Ayuntamiento y terminó una legislatura de auténtica pesadilla. Las aguas revueltas volvieron a su cauce con el regreso de la coalición de izquierdas al salón de plenos. Cosme Moreno fue quien retomó el hilo perdido. Sin embargo, le duró los cuatro años que separan unas elecciones de otras. Otra mujer que hizo historia fue Maribel Lozano. El Partido Popular accedió, en 2011, al tan preciado bastón de mando. Le faltó la mayoría absoluta que da la tranquilidad gubernamental y a punto estuvo el bando de la izquierda de arrebatarle el sueño. Fue el primer flirteo. En la última cita con las urnas, celebrada en 2015, ganaron los populares por poco más de doscientos votos. Izquierda Unida y el Partido Socialista, después de aquel coqueteo fallido, lo intentaron de nuevo y, el 13 de junio, la relación cuajó. Conveniaron una Alcaldía a medias y, dos años después de aquella fecha señalada en rojo, llega el momento del relevo.

El profesor Juan Ortega, un tosiriano de pura cepa que llegó al poder después de toda una vida en segunda línea política, logró tocar el cielo con sus manos hace justo ahora dos años. Ser alcalde de su tierra supone una responsabilidad inmensa y, a la vez, todo un privilegio. Resume su corto mandato como uno de los más fructíferos y da las gracias a su equipo por estar a la altura de las circunstancias. Mañana, a las siete de la tarde, hay convocado un pleno ordinario en el que planteará una sesión extraordinaria, con carácter de urgencia, para renunciar a su cargo. Será el momento de su despedida como máximo dirigente municipal de Torredonjimeno, aunque continuará en la batalla como teniente de alcalde. Al día siguiente, su sucesor solicitará la convocatoria del pleno de investidura, que se celebrará, si no hay contratiempos, el sábado por la mañana. Los socialistas festejarán su llegada por todo lo alto. Manuel Anguita quiere que lo acompañe en un día tan especial su partido, por lo que se espera la plana mayor en un estrecho salón con mucha historia. Queda por confirmar si podrá presenciar tan relevante escena la secretaria general del PSOE de Andalucía, Susana Díaz. Es la invitada de lujo del gran acontecimiento.