Locura de San Antón

27 ene 2017 / 12:19 H.

Este año, San Antón ha vuelto a poner boca abajo a la ciudad. Éxito rotundo en el tema de seguridad, en satisfacción de los visitantes, en publicitar Jaén, en ingresos a la ciudad. Pocas pegas se le pueden poner, aunque voy a enumerar los puntos que creo mejorables: 1. Tener sensibilidad con los nostálgicos que quieran no perder totalmente la fecha del día 16, aunque ninguna concesión con los “porculeros”, que son esa especie tan abundante en nuestra tierra, que se caracterizan por no hacer nunca nada, y el día que mueven un dedo, necesitan un auditorio que los adule en su minuto de gloria, también se caracterizan por ir en contra de todo, con cera en las orejas para oír solo lo que les interesa, sin aportar nada, siendo especialistas en restar y desanimar, rematando ante el más mínimo fallo “Si ya lo decía yo”. No nombro a nadie, pero si te das por aludido, pudiera ser que pertenecieses al este grupo de elegidos. 2. Descoordinación en la entrega de dorsales 3. Evitar los embudos. Nuestra ciudad es la que es, se me ocurren que el tema de los cajones se puede afinar más, dejando al final a los que corren sin ninguna pretensión y no les importa tardar un poco más (ya se ve en una grabación sobre el túnel de la avenida de Andalucía, en la que los que salieron al final, preferían ir casi andando pasando por debajo para divertirse, que pasar por lo alto mucho más rápido), también habría que replantearse el no forzar los 10 kilómetros para entrar en circuitos nacionales, en definitiva, juntarse todo aquel que quiera aportar, para hacer una lluvia de ideas y seguir mejorando. Con el tema este de los embudos se formó uno en la Alameda, siendo grabados los fulleros que atrocharon, haciéndose viral en las redes. Una pareja que sale bien retratada es la formada por el expresidente de mi Club y su esposa, para que no se entere nadie, Ildefonso Muñoz y Maite Martín, dos informáticos de pro, que por mucho que han abierto el paraguas, no han parado de recibir parabienes. Ante este hecho, mi “Irde”, ha escrito esta carta en su muro de facebook, que no puedo pasar sin transcribirla. “Basta, no puedo seguir viviendo así. Lo confieso. Yo fui uno de ellos. Mi vida es un infierno desde hace dos días. No me atrevo a salir a la calle, ni a encender el celular o a mirar la computadora. Hoy he faltado al trabajo, he mentido diciendo que estoy enfermo. Sólo os pido una cosa: perdonadla a ella; no quería hacerlo. Accedió a regañadientes. Yo la obligué a apartarse del camino. Esta noche me acordé de Gregorio. Ojalá yo pudiera también convertirme en una cucaracha y así podríais pisotear mi crujiente cuerpo y machacarlo sobre el asfalto, ese mismo asfalto sobre el que cometí tamaña felonía. O quizá fue sobre albero. No estoy seguro. Estaba oscuro. Mi castigo entonces podría ser el que sufrió Manolete, o Sánchez Mejías, y así alguno de vosotros podría hundir sus pitones sobre mí (que nadie se ofenda) y convertirse en mi Islero o mi Granadino. Aún no entiendo que pudo pasar por mi cabeza para cometer semejante delito. En toda mi vida de atleta de élite hice nunca nada igual, podéis creerme. En años venideros muñecos hechos a mi imagen y semejanza serán quemados en las mismas hogueras que hace dos días fueron testigos mudos de mi fechoría. Y nadie me defenderá, porque los trochadores no tenemos sindicato. Sé que no tengo excusa. Por supuesto renuncio a mi puesto seis mil quinientos y pico en la clasificación. Donaré mi medalla a alguna ONG y dimitiré de todos mis cargos en el partido. La camiseta desgraciadamente no la puedo devolver. No era de mi talla (yo uso una XXXL) y la regalé. En compensación donaré todo el dinero que he recibido por correr la carrera y también lo que espero ingresar por los derechos de imagen que supongo que me pagará el autor del jodido vídeo. El año que viene prometo darle dos vueltas al auditorio (si se cabe, claro, algunos lumbreras quieren una carrera sin númerus clausus). Estáis todos invitados a grabarlo. Firmado: Ilde “el trochas”.