Los ángulos muertos

Increíble, pero cierto. En una mesa redonda titulada “Crímenes ambientales como crímenes de la Humanidad” y organizada por la UJA, tres ponentes nos ponían las pilas sobre los desaguisados de las grandes corporaciones y los estados con nuestro Planeta. Se trataba de reflexionar sobre quiénes son los responsables últimos de estas catástrofes cotidianas y cómo se les puede meter mano. Tras el visionado de un vídeo estremecedor sobre el paso de la Texaco por la Amazonía ecuatoriana, Pablo Fajardo (abogado de las víctimas de esta canallada) concluía en que no hay justicia. Así de claro, así de fuerte. ¿Son los estados que permiten estas atrocidades en su territorio? ¿Son las corporaciones que las realizan? La realidad es que no paga ni el lucero del alba, salvo si se producen en USA. Las legislaciones, como decía Faramiñán, tienen demasiados ángulos muertos por los que se escapan siempre estos desalmados. O sea, que al final es un problema de geometría legislativa, programada por los de siempre para marear la perdiz y que se vayan de rositas, forrados hasta los ojos y dejando un río de muertes y desolación. ¡Así está el paño!