Los cánticos de mi tierra

24 dic 2016 / 09:50 H.

Esta noche es nochebuena, y mañana es Navidad, y vale la pena saltar, brincar y brincar, beber, reír y cantar. Para muchos hogares de nuestra provincia, son fechas muy especiales, en las que familiares dispersos se agrupan para vivir momentos felices. Vehículos convencionales, trenes, y hasta aviones, nos traen de vuelta a quienes, por motivos de trabajo, tuvieron que marchar en busca de un pesebre. La añoranza de revivir, aunque sea por unos días, su infancia y sus orígenes, y abrazar a los suyos, genera miles de desplazamientos estos días, aunque cada vez más asumiendo la máxima, de que uno es de donde pace y no de donde nace. “El camino que lleva a Jaén, van marcando con su viejo tambor, nada hay mejor que yo pueda ofrecer, su ronco acento es un canto de amor”. Así, romponponpon, la provincia de Jaén, vive una preocupante despoblación, que pasa de las 669.000 personas que teníamos en 2009 a una previsión de 585.000 para 2031, según datos del INE. Esto supone una pérdida de 61.500 habitantes respecto a 2016, la mayor de Andalucía y la tercera de España después de Asturias y Pontevedra. Los factores son diversos, y responden a una tendencia nacional. Es la baja tasa de natalidad, el principal problema que acucia nuestro sistema demográfico, y lo que provocará una reducción importante de familias numerosas, y una tendencia a hogares habitados por una sola persona. “Por debajo del arco del portalico se descubre a María, José y al Niño”. Menos nacimientos y jóvenes que emigran en busca de trabajo, inevitablemente provocan un envejecimiento de la población. “Alegría, alegría, porque ha nacido el niño en el portal de Belén”. Sin embargo, no todas las provincias responden a esta tendencia, y a pesar de la reducción de la tasa de natalidad, algunas esperan incrementar la población en la próxima década. Así, en Andalucía, Málaga, prevé un incremento de población en 109.000 personas, y Almería de 43.500. A nivel nacional, Madrid aumentará 331.000 y Barcelona 70.000. Datos previsibles para 2031. Esto datos obligan a analizar cuáles son los factores locales que determinan el déficit demográfico, al margen de la tasa de natalidad. Evidentemente responden a flujos migratorios, de manera que algunos territorios atraen a los habitantes de otros. Ese atractivo viene medido principalmente por las expectativas de empleo, y secundariamente por el buen clima de las ciudades litorales. Es obvio que nuestra provincia tiene carencias atractivas, y no por ser inhóspita para nuestros mayores, (todo lo contrario), sino por la incertidumbre que generan las escasas expectativas desarrollo económico, sobre todo para los jóvenes. “Más tú ya sabes que soy pobre también, y no poseo más que un viejo tambor”. Y así, romponponpon, procuramos buscar progreso fuera de Despeñaperros, a veces por necesidad y otras por incomprensible deseo de salir de aquí sea como sea. No debería ser un objetivo obsesivo el buscar trabajo fuera, y deberíamos obligarnos a dar una oportunidad a nuestra tierra. Esta obligación, debe trasladarse igualmente a los planes de actuación territorial de las diferentes administraciones públicas, que procuren inversiones y modelos que aporten más atractivo demográfico a nuestra provincia. “Hacía Belén va una burra, rin rin, yo me remendaba, yo me remendé, yo me eché un remiendo y yo me lo quité, cargada de chocolate”. Y así, al menos una vez al año, cantaremos los cánticos de nuestra tierra. “La nochebuena se viene, tururú la Nochebuena se va. Y nosotros nos iremos, tururú y no volveremos más”.