Los Goya

09 feb 2016 / 09:31 H.

Los vi. Sí, lo confieso. La Gala entera. De principio a fin. Vi hasta lo que no tenía que haber visto. Y la viví en la tele, en Twitter, en Whatsapp y por la sandwichera. Mi casa era un sinvivir esperando cada entrega de premios, comentando cada gesto, cada no gesto, cada palabra. Qué nervios. Qué bonito todo. Con su alfombra roja y sus actores y sus actrices y sus cosas. Y sus comentarios ácidos y repetidos año tras año. Que hay que joderse, en 30 años, sigue siendo el mismo discurso el que escriben los guionistas al presentador y año tras año es válido: algo falla en este país, digo yo. Pero lo mejor, los no premiados. Y Tim Robbins y Juliette Binoche. Y José Luis Cuerda. Y Elvira Lindo y ¿La Preysler? Sí, esa también. Que de todo tiene que haber. Y los cuatro futuros presidentes de gobiernos, de los varios que proponen sin acuerdo. Arreglados y perfumados como si fuera un día de fiesta. Porque total, Cultura somos todos, como Hacienda (excepto si eres la Infanta, entonces eres más Hacienda que nadie). El año que viene, no me la pierdo tampoco, no vaya a ser que por una vez hagan algo en serio en este triste país.