Los
grupos de WhatsApp

03 nov 2018 / 10:51 H.

Tienen mucho peligro. Con este arranque ya habrán notado mis reticencias con ciertas tecnologías y, sobre todo, del uso pernicioso que pueden tener. En este mundo de tertulianos de medio pelo, tronistas y Sálvames, era de esperar que la chabacanería campara a sus anchas. Lo que originariamente debía ser un instrumento de comunicación entre personas con una serie de afinidades, se ha convertido en una plataforma rebosada de posverdades sin anestesia. Curiosamente usados, en su mayoría, para difundir mensajes de carácter fascista y, por supuesto, de manera compulsiva y con menos vergüenza que una mesa camilla. El otro día recibí un audio, netamente jaenero, de uno de estos grupos whatsaperos que es de premio: “Vamos a ver si somos un poquito más responsables y con más deos de luces, ni pollas. Que esto es para avisar pa la policía y no si alguien quiere droga, speed, coca, porros, ni pollas; que es que cogen los teléfonos y nos funden a tos, con la polla del rollo, macho. Ya me voy a salir de aquí ¿esto qué es, un grupo pa la policía o un grupo de drogadictos y camellos? ¿Cómo va esto?”. Literal, así está el mundo del WhatsApp.