Menorah

24 ago 2017 / 10:57 H.

En estas sobremesas que parecen otoñales contemplo cómo sopla el viento en la madreselva del patio y el goteo de una lluvia indecisa que hoy se quedará para toda la tarde ¡Me irrita coger el diccionario para entender esa palabra ignota cuando leo en la lengua de Fenelon! Desde el Santo Rostro hasta Las Corporales de Daroca el trecho es muy largo. Durante la ida reprendí a Patxi ¡Ya! La violencia me puede. Veo al pinscher triste y me agobio. Las señales escapan raudas y veloces cual milanos bajo tormenta. Perdí el desvío hacia la R-2. Fue visto y no visto. Entré en Getafe sin quererlo. Poner pie en tierra aragonesa y Patxi ver a su amigo Draco fue todo un todo y acabarse las penas. En Daroca hay un olivo centenario al que el jardinero dejó siete ramas a manera de copas de un hipotético candelabro. El jardinero mayor o el alcalde de Daroca son judíos a buen seguro. El olivo representa una menorah auténtica. Esta tarde, que parece otoñal, continúa chispeando. Por el ventanal he visto a un fraile descalzo que va a decir misa.