Mi Gran
Hermano

Desde que te conocí quedé enamorado y nunca he dudado en tenerte muy cerca y transmitirte mis más vívidos secretos. No te olvido y siempre estoy pendiente de ti; aunque contigo me encuentre en un moderado desencanto, sigo ilusionado. Y todo, porque sé que almacenas en tu memoria múltiples datos, fotos, recuerdos... de mi incumbencia que son incluso más fieles que los que yo mismo pueda tener. Eres dócil y obediente; por momentos, hasta tierno y sincero, pues me sirves de bastón y guía en cada momento del día con familiares, amigos y desconocidos.

Tu naturaleza no es humana pero estás compuesto de diversos materiales valiosos; mas, presumo que estoy permanente vigilado por tu ojo avizor que transmite a terceros información poco beneficiosa para mí. Aunque, con el tiempo, seguramente te cambiaré por otro, siempre ansío tenerte conmigo y que nuestras naturalezas se fundan.

¡Ay!, mi querido Gran Hermano, mi sombra. ¡Nunca me vendas ni abandones, tampoco transmitas mis datos o conocimientos a gente que me quiere mal y me vigila!