¿Morirá
la Cámara?

Qué cosas pasan en Jaén! ¿Debe una capital de provincia verse privada de una de las instituciones clave de la sociedad civil? La Junta de Andalucía pregunta al Gobierno cómo se cierra la Cámara de Comercio; ignoro la respuesta, pero está en la Ley. Es difícil suprimir una corporación de Derecho Público con personalidad jurídica y plena capacidad de obrar que es, como las define la Ley 4/2014, órgano consultivo y de colaboración con las Administraciones Públicas, tiene asignada una administración tutelante y está previsto que precisamente esa sea quien —artículo 37.3—, en su caso, “acuerde su extinción adscribiéndose su patrimonio”. Es evidente que si la Cámara ha ido mal, ello a su tutora no le puede reportar un premio. ¿Es remedio suprimir la Corporación? ¿No es necesaria? La Junta sabe las causas del problema y es su deber, como entidad tutelante, exigir la responsabilidad de quienes lo hicieron mal. Además, si no connivencia, al menos hay en la propia Junta una culpa clara “in vigilando”. Jaén ha asistido durante años, atónito, al deterioro cameral sin que se hiciera nada para evitarlo; responsabilidad de la tutora es que vuelva a ser lo que debió, órgano consultivo y de colaboración con la Administración, que buena falta hace.