No se requiere experiencia

25 oct 2017 / 10:16 H.

Javier es un ingeniero industrial que, después de muchos años de trabajo tanto en la empresa privada como por cuenta propia, se queda parado. Decide presentarse a una bolsa convocada por la Junta de Andalucía para ser docente en Secundaria y Formación Profesional. Una convocatoria, por otro lado, muy criticada por los sindicatos de enseñanza, que acusan a la Consejería de Educación de una falta de previsión de personal para el presente curso lectivo. Nuestro ingeniero no sale de su asombro cuando revisa los méritos que puntúan en la citada bolsa: solamente los relativos a la experiencia como formador, no se tienen en cuenta los trabajos en otros ámbitos del mundo empresarial. ¿Su trayectoria profesional no merece ser valorada? ¿Acaso no aporta un valor añadido a la formación de nuestros jóvenes? Siempre he creído que el mundo académico transcurre en paralelo al empresarial; en un universo paralelo, me atrevería a decir. Quizás sería conveniente plantearse cómo hacerlo converger; valorar los méritos profesionales de los profesores puede ser un primer paso.