Nos va la marcha

14 mar 2017 / 11:25 H.

Según dijo y afirmó Juan Miguel Hitos, hoy es el día clave en que el máximo accionista del Real Jaén desvelará por fin el futuro del club. Yo fui uno de los cientos de jiennenses que le escuchamos estas palabras a través de la radio. Estoy realmente ansioso por saber qué decisión va a tomar el señor Hitos, pero tengo el presentimiento de que su decisión no será ni sorpresiva ni optimista, a no ser que él tenga una carta milagrosa escondida en la bocamanga. Sea cual fuere esta decisión no debe demorarse más. Lo que sea hay que saberlo cuanto antes para que cada quien sepa a qué atenerse.

El club jiennense no puede estar peor que ahora. No lo estuvo nunca a pesar de las mil vicisitudes que hubo de sufrir y superar. Y vuelvo a decir que no toda la culpa de los males de este Real Jaén la tiene Juan Miguel Hitos. Aunque él tiene su parte, la historia es más larga.

Se ha estado jugando con una ilusión bobalicona sin base ni sustento. Manifestaciones, marchas, intentos fallidos de suscripciones... Palabras y festejos populares a los que se apuntan todos, sobre todo los que no tienen nada que aportar a las posibles soluciones. Sencillamente porque nos va la marcha.

Se celebró una marcha pro-salvación del Real Jaén que se catalogó de éxito de asistencia. El domingo pasado, a la hora de la verdad, cuando el equipo necesitaba el apoyo solidario y multitudinario, los graderíos del Estadio de la Victoria estaban vacíos. No se me olvida el gesto desesperado de Santi Villa levantando los brazos implorando el aliento de los aficionados. Los jugadores, con su capitán, Santi Villa, al frente, dieron cuanto eran capaces de dar. Poco es verdad o, al menos, insuficiente para imponerse al rival de turno, el Melilla.

Ni tan siquiera acudió al palco el presidente, Sergio Hitos, para intentar que su presencia sirviera de estímulo. Y es más, tampoco el entrenador se levantó ni una sola vez del banquillo para orientar o dar ánimo a sus jugadores. Estoy convencido de que lo que menos preocupa de esta situación a Ramón Tejada es la clasificación del equipo. En estas circunstancias, cuando sólo siguen manteniendo su fidelidad, su incondicionalidad, los 600 o 700 socios de siempre, ¿qué solución creen que puede darse a un club cargado de deudas y sin valores futbolísticos? Es muy posible que hoy lo sepamos, aunque no nos guste.