Nuevas elecciones

08 may 2016 / 11:20 H.

Ahora, después de cuatro largos meses sesteando, cobrando buenos salarios, disfrutando de privilegios, hablando de sus insalvables diferencias y sobre todo esperando que reviente la legislatura a golpe de líneas rojas y cálculos partidistas que han evidenciado el más absoluto desprecio al voto de los ciudadanos y concluido con la disolución del parlamento y la convocatoria de nuevas elecciones, vemos de nuevo como los responsables de este circo mediático en el que se representa el drama político nacional, juegan a esquiroles con el tema de los debates, que son herramienta imprescindible para dar a conocer los programas, la capacidad de liderazgo y el talante de los candidatos, en definitiva la vía más adecuada para explicar a los ciudadanos qué deben esperar que intenten hacer aquellos que aspiran una vez más a ser los gobernantes.
Y los ciudadanos atónitos ante este panorama tan poco edificante se hacen preguntas tales como: ¿Por qué he de volver a votar? Porque la última vez que lo hicimos hemos conseguido llevar al parlamento a una sarta de inútiles que no han estado a la altura de lo que se espera de ellos.
¿Qué es lo que voy a votar? ¿Corrupción, ansias de poder, populismo, nacionalismo irredento, ineficacia? Quizás sea tarea ardua encontrar alguna opción que tenga en cuenta las necesidades del pueblo, que sin duda alguna está más que harto de aguantar ineptos.
¿A quién voy a votar? ¿A aquellos que han demostrado no estar capacitados para asumir la responsabilidad de formar un gobierno? Teniendo en cuenta que los partidos que hasta ahora han dominado la escena política no quieren cambiar a sus candidatos a la Presidencia del gobierno a pesar del hartazgo de sus propios militantes, poco es lo que vamos a progresar por esa banda. Ya es hora de renovarse señores, de buscar nuevos líderes que devuelvan la confianza a sus fieles electores, a aquellos votantes que han perdido y a los que sin duda se van a sumar otros muchos si continúan por ese camino. Y no hablemos de las otras opciones porque aún no tenemos demasiados datos para contrastar.
¿Para qué sirve votar de nuevo? Para gastar 150 millones de euros que podríamos usar en arreglar carreteras, por ejemplo.